
Rehabilitación 2.0: La revolución tecnológica en beneficio de los pacientes

- Terapias a distancia, prótesis digitales, robotización de habitaciones para pacientes son parte de las innovaciones médicas que aportan a la recuperación y reinserción de trabajadores que sufren lesiones físicas o neurológicas.
La tecnología cambió los paradigmas y la forma en que vivimos. Desde cómo nos comunicamos, la manera en que compramos un nuevo artículo para nuestro hogar hasta la forma en que se están llevando adelante los tratamientos médicos.
Actualmente, existen apps y dispositivos capaces de entregar la información nutricional de los alimentos que consumimos, de medir nuestra presión arterial o peso al instante. La conectividad a través de las tecnologías digitales juega un papel clave en esta nueva mentalidad y en cómo cuidar de nuestra salud.
Con la repentina llegada de la pandemia del coronavirus se logró consolidar la telemedicina, la que permitió que especialistas y pacientes pudieran comunicarse de manera remota, asemejándose a la experiencia de una consulta presencial.
Del mismo modo, personas en terapias de rehabilitación pudieron optar por continuar con parte de sus tratamientos desde casa, gracias a la irrupción de diversas aplicaciones y sistemas, capaces de mantener una comunicación de buena calidad con los especialistas.
A lo anterior, se suman otros avances e innovaciones que no dejan de sorprender, como exoesqueletos o dispositivos que ayudan a recobrar sentidos que el paciente ha perdido. Así como la tecnología de la impresión 3D que ofrece la posibilidad de crear órganos, prótesis o implantes.
En Chile existen casos como el Hospital Clínico de Mutual de Seguridad, que a través de su Instituto de Neurorehabilitación ha desarrollado una serie de proyectos de la mano de la tecnología, buscando una rehabilitación más adecuada para los pacientes.
Uno de ellos es el Sistema centralizado de estrategias multidisciplinarias en prevención no farmacológica del delirium, mediante el uso de tecnología electrónica e informática para pacientes covid-19 y otras patologías. Se trata de una herramienta que nace con el objetivo de optimizar la rehabilitación de pacientes UCI, apoyando en el manejo y prevención del delirium.
El delirium corresponde a un síndrome clínico frecuente y relevante en el contexto hospitalario que compromete las habilidades cognitivas del paciente. Incrementa la morbilidad y la mortalidad del paciente, disminuye notablemente sus capacidades motoras y físicas, implicando una ralentización en su proceso de rehabilitación y por consiguiente mayor dificultad y tiempo en su posibilidad al reintegro laboral. Consecuencias que no solo afectan al paciente, si no que a todo su entorno e incluso al equipo de rehabilitación a cargo.
Se estima que en promedio un 29% de los pacientes UCI en el mundo sufren de esta patología y su duración varía mucho según las condiciones y patología de base del paciente, presentando una media de 2 o 3 días, pero con casos excepcionales en que el síndrome se presenta durante semanas o meses, e incluso se pueden encontrar casos muy específicos, en donde el paciente nunca lo logra resolver.
El sistema implementado en 2022 en el Hospital Clínico de Mutual de Seguridad, cuenta con módulos de interacción entre los distintos actores del proceso de rehabilitación, acceso remoto y control de las funciones por parte del personal clínico. Adicionalmente, ofrece beneficios como una continua estimulación del paciente, haciendo partícipe a la familia en el proceso.
De esta forma, las personas hospitalizadas en la Unidad de Cuidados Intensivos, se pueden comunicar con su entorno a través de la tecnología, accediendo a videollamadas con sus seres queridos; contacto con los profesionales a cargo de su recuperación para saldar dudas; o incluso manejar la televisión y elegir un contenido para reproducir en ella, desde el sistema.
A esta innovación se suman otras como el Proyecto de Domotización, cuyo objetivo es robotizar la habitación de un paciente con movilidad reducida a través de la detección de gestos faciales. El sistema permite automatizar el recinto entregando herramientas para que pacientes con movilidad reducida, por ejemplo, puedan encender o apagar la luz, llamar a la enfermera, cambiar de canal, entre otros, solo moviendo los ojos. De esta manera se crea una especie de habitación inteligente, cuyos beneficios aportan tanto a pacientes como a los profesionales a cargo de sus cuidados.
“La tecnología facilita las actividades de la rehabilitación, permitiendo hacer muchas cosas que antes eran presenciales, de manera remota. Esto da una serie de posibilidades a nivel de cobertura, por ejemplo, atender a una mayor cantidad de pacientes; además de ver a personas que están en lugares remotos. Junto con ello, las herramientas tecnológicas permiten tener un control muy completo respecto a lo que hace o no hace el paciente. Muchas veces, la rehabilitación no cuenta con un registro de actividad tan estricto. Un elemento que se mejora a través de los proyectos tecnológicos que posee Mutual, que cuentan con registros respecto a cuántas veces se conectaron las personas, qué ejercicios realizaron, etc.”, señaló Rodrigo Llancaman, jefe de terapias del Instituto de Neurorehabilitación del Hospital Clínico de Mutual de Seguridad.
Alternativas que sin duda llegaron para quedarse y cuyos avances seguirán creciendo en beneficio de los pacientes, con el objetivo de rehabilitar y reinsertar en la sociedad y en particular en puestos de trabajo.
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