El futuro del trabajo podría ser una carrera de 60 años… ¿debemos comenzar a rediseñarla?

por | Ene 10, 2022 | Nuevas Miradas

Si los niños de 5 años pudieran leer informes de investigación académica, quizás se alarmarían – especialmente por lo que descubrirían en el reciente estudio del Centro de Stanford sobre Longevidad.

El artículo abría con una noticia prometedora: “En Estados Unidos, los demógrafos predicen que hasta la mitad de los niños de 5 años de hoy pueden esperar vivir hasta los 100”. Pero a esa afirmación le siguió, varias páginas más abajo, una predicción inquietante: “En el transcurso de una vida de 100 años, podemos esperar trabajar 60 años o más”. 

En Estados Unidos, la edad promedio de jubilación es de 62 años, según una encuesta de Gallup. Lógicamente para la mayoría de las personas, unos 40 años de trabajo son más que suficientes, por lo que la idea de 20 años más es al menos desconcertante. Pero si una carrera de 60 años suena como una pesadilla, tal vez sea porque nos estamos imaginando 60 años de trabajo como lo es para muchas personas hoy: inflexibles, absorbentes, mal adaptados a los ritmos de la vida

Por el bien de los niños de 5 años y del resto de nosotros, a medida que los seres humanos vivamos más y más, es el momento de rediseñar el trabajo.

UN NUEVO MODELO PARA TODOS Y TODAS

La investigadora que supervisó el informe de Standford cree que deberíamos comenzar con el frenesí de la mediana edad. “Trabajamos cada vez más duro a lo largo de los años en los que tenemos hijos [y] a menudo cuidamos de parientes mayores, y muchas personas dependen de nosotros”, dice Laura Carstensen, directora del Centro de Stanford sobre Longevidad. Las responsabilidades laborales y familiares comúnmente alcanzan su punto máximo en la edad adulta, lo que puede ser realmente estresante –sobre todo para las mujeres, que soportan una carga desproporcionada de cuidados.

Para abordar esto, Carstensen propone permitir que los y las trabajadoras aumenten o disminuyan sus horas a lo largo de sus carreras, en función de sus responsabilidades fuera del trabajo remunerado. La experta se imagina a la situación hipotética de 2 padres que pueden reducir temporalmente sus trabajos de tiempo completo a 20 horas a la semana cuando cuidan a sus hijos pequeños, y luego aumentar sus horas de trabajo más adelante. 

Según este modelo, las personas trabajarían la misma cantidad total que ahora, pero compensarían los períodos de horas reducidas con períodos de horas más largas, o distribuyendo el trabajo durante más años de sus (largas) vidas.

LOS PROS Y LOS CONTRA (DE HOY Y MAÑANA)

Un modelo en el que las personas puedan ajustar sus horas sin problemas podría introducir algunas ineficiencias: las empresas aún tendrían que pagar los costos fijos de emplear trabajadores, como invertir en capacitación, pero luego sacarían menos provecho de esa inversión si esos trabajadores trabajan menos horas. Además, si los trabajadores pausan sus trabajos por completo, podrían quedarse atrás en la tecnología y las prácticas más recientes de su industria durante una licencia prolongada.

Dicho esto, el modelo actual también posee sus propias ineficiencias: cuando las personas están sobrecargadas, probablemente no estén haciendo su mejor trabajo. Ellen Ernst Kossek, profesora de administración en la Universidad de Purdue, en Estados Unidos, dice que la reducción de la carga de trabajo ha llevado a los trabajadores a “ser más creativos [en el trabajo] porque podían avanzar sin dificultad, sin el dilema de no poder cuidar bien a sus seres queridos ni, al mismo tiempo, pudiendo dar lo mejor de sí en el trabajo”.

Además, dijo Kossek, trabajar menos durante los períodos “a tope” de la vida permitiría a las personas dedicar más tiempo a sus pasatiempos y amigos, lo que podría ayudar a evitar el agotamiento o burnout. En algún momento de sus 20 o 30 años, muchos trabajadores ingresan a una etapa de la vida en la que los trabajos y las familias desvían el tiempo de las amistades, pero la reducción temporal de la carga de trabajo podría mitigar ese cambio y permitir que las personas vivan vidas más plenas y variadas.

REESCRIBIR LA JUBILACIÓN

La jubilación es otro capítulo de nuestra vida laboral que podríamos reescribir. En su encarnación actual, se considera un tiempo libre de obligaciones, lo que deja la forma de la vida un poco desequilibrada: “Estamos sobreutilizados en la mediana edad y subutilizados después de los 65”, dijo Carstensen. Este desequilibrio se hará más pronunciado a medida que las personas no solo vivan más tiempo, sino que también se mantengan saludables durante más tiempo.

En este sentido, el defecto de diseño es que la jubilación es un sistema binario demasiado rígido –o estás trabajando mucho o no estás trabajando en absoluto. Phyllis Moen, socióloga de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, dice que los trabajadores mayores que ella ha entrevistado “a menudo quieren trabajar con menos y más flexibilidad, pero descubren que tienen 2 opciones: continuar trabajando a tiempo completo (o más) o si no, retirarse por completo”.

Carstensen y sus colegas de Stanford tienen más sugerencias para mejorar la jubilación. Su informe propone un camino “fluido” hacia la jubilación, que permitiría a los trabajadores y trabajadoras reducir sus horas antes de dejar la fuerza laboral por completo. También menciona las “pasantías de retorno” –breves períodos similares a pasantías en los que las personas podrían salir temporalmente de la jubilación para ayudar con un proyecto o asesorar a los trabajadores más jóvenes.

UNA VIDA MÁS FLEXIBLE

Esta flexibilidad -tanto a lo largo de la vida laboral de las personas como al final de ella- es parte de un plan de vida más fluido en el que Carstensen cree. En lugar de una marcha prescrita a través de la educación, el trabajo y la jubilación, el informe imagina a las personas entrando y saliendo de esas fases, y uniendo también el tiempo dedicado al ocio y al cuidado. La idea es trabajar hasta más tarde en la vida, pero con tramos de menos trabajo (o sin trabajo en absoluto). 

Esta visión suena agradable –incluso, milagrosamente, podría hacer que una carrera de 60 años se sienta manejable. Pero existen barreras importantes para rediseñar el trabajo de esta manera. “Cuando comenzamos a tener hogares con 2 ingresos, eso se tradujo en que la gente comprara más cosas” en lugar de trabajar menos, indica Louis Hyman, historiador de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, y autor de Temp: How American Work, American Business, and the American Dream Became Temporary. “Entonces, si tuviéramos más tiempo [en la vida] para trabajar, ¿mantendríamos un nivel constante de consumo o simplemente compraríamos más cosas? A menos que la cultura cambie, probablemente [trabajaríamos más para] comprar más cosas”. Hyman piensa que cuando las personas viven más tiempo, es poco probable que puedan optar por no trabajar más, ya sea por motivos culturales, sus opciones de empleo o ambos.

PREPARADOS PARA EL CAMBIO

Pero la duración de las vidas laborales de la Humanidad ya había cambiado antes. Hasta finales del siglo XIX, no existía la jubilación: la gente trabajaba hasta 2 años antes de morir. Más tarde, en la década de los 30, el retiro se convirtió en una opción rentable: los sueldos aumentaron a la par con la productividad, y las personas dejaron de trabajar simplemente porque podían costeárselo

Quizás la seguridad financiera sea también lo que podría generar una visión del trabajo más flexible y menos exigente en el futuro. Sí, el aumento de los estándares de consumo podría impulsar a las personas a trabajar cada vez más a medida que vivan más tiempo, pero muchas otras personas podrían tomar descansos del trabajo si pudieran permitírselo. 

Esta posibilidad podría surgir de salarios más altos, políticas de vivienda asequible, desvinculación del seguro médico del empleo o cualquier otra serie de medidas que se hayan propuesto para aumentar la seguridad financiera de las personas y la flexibilidad laboral. 

Puede resultar difícil imaginar que la estabilidad financiera generalizada y un estilo de trabajo más humano puedan convertirse en una nueva norma. Pero pongamos las cosas en perspectiva: el mundo que habitamos el día de hoy habría sido igual de difícil de imaginar para nuestros predecesores que, casi literalmente, trabajaron hasta morir.  

Por Equipo Espacio Mutuo

Mutual de Seguridad

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