Características de cada colaborador y colaboradora en la experiencia humana del trabajo

por | May 23, 2022 | Empresas que cambian

Tecnologías para empresas inteligentes

Contenido de expertos en colaboración con Espacio Mutuo

Como empleados, somos más que la simple suma de nuestras habilidades y capacidades. Cuando pensamos en quiénes somos, es mucho más probable que nos definamos por lo que llamamos «estados expresivos», es decir, la colección única de cada uno de nosotros en cuanto a intereses, motivaciones y preferencias. Estas características crean nuestra historia individual y permiten la comprensión de otros sobre cómo operamos y el valor que aportamos al trabajo.

Los denominados “estados expresivos” se pueden describir cómo las cosas que nos hacen sentir llenos de energía en el trabajo y nos permiten prosperar. Curiosamente, estos se han subutilizado significativamente en las estrategias de talento, al menos, hasta ahora. Hoy muchas de ellas consideran las características individuales de cada colaborador y colaboradora, y los “estados expresivos” son un componente crítico para, por ejemplo, comprender cómo los empleados experimentan el cambio y la oportunidad a lo largo de su carrera.

¿Qué son los estados expresivos?

El número de “estados expresivos” potenciales es ilimitado. Para crear un lenguaje común en torno a ellos, el equipo de SAP SuccessFactors desarrolló la siguiente clasificación:

  • Las pasiones, que son actividades que las personas encuentran particularmente atractivas o motivadoras. Son un componente esencial del modelo integral del yo. La investigación psicológica ha indicado que cuando se tienen en cuenta los intereses, es menos probable que los empleados y empleadas abandonen la organización y aumenta el rendimiento.
  • Las aspiraciones, que representan metas a más largo plazo, aquello a lo que buscar ser. El establecimiento de metas puede ser variadas: desde pequeños objetivos como mejorar ciertas habilidades hasta otras profesionales y más ambiciosas como ser gerente de personas. 

El impacto positivo del establecimiento de objetivos en la motivación y el desempeño de los empleados a menudo es uno de los fenómenos más estudiados en la psicología de la fuerza laboral. Investigaciones han demostrado la importancia de empoderar a los colaboradores y colaboradoras para establecer metas y aspiraciones.

  • Las mentalidades representan nuestras actitudes, creencias o enfoques del trabajo. Cuando se aprovecha la mentalidad de los empleados para permitirles realizar el trabajo que más se alinea con sus valores, el resultado es positivo tanto para él o ella, como para la empresa.
  • Las motivaciones, que se traducen en impulsores específicos que empujan a las personas hacia la consecución de una meta o aspiración. Estos motivos permiten expresar lo que actualmente está impulsando hacia el éxito o lo que está dando la mayor energía en el trabajo. Cuando a los colaboradores o colaboradoras se les permite identificar claramente sus motivaciones, aumenta su probabilidad de tener éxito en las metas relacionadas con esa motivación.
  • Las preferencias, que indican cómo prefiere trabajar cada empleado único. Permitir que ellos y ellas expresen sus preferencias de trabajo les permite crear el entorno que mejor se adapte a sus necesidades. Cuando los colaboradores y colaboradoras pueden mapear de manera efectiva su entorno de trabajo hacia sus preferencias, los resultados son amplios: mayor compromiso organizacional, mayor satisfacción y menor rotación.

Alineación de valores

De muchas maneras, los “estados expresivos” permiten la expresión clara y actualizada de lo que las personas valoran en el trabajo. Empoderan a los empleados para que definan metas, ya sea grandes y pequeñas, al mismo tiempo que les permiten establecer una agenda clara hacia lo que les gustaría llegar a ser. Sin embargo, son maleables y están listos para cambiar con nueva información o inspiración del mundo. Cuando alguien se siente inspirado por algo aprendido, esa persona quiere actuar sobre esa información de una manera significativa. Como resultado, redefine continuamente sus estados para ajustarlos y aprovechar esas nuevas oportunidades. A medida que cambian nuestros valores, nuestro trabajo debe reflejar esto.

Aunque los “estados expresivos” son profundamente personales e individuales, hay mucho que aprender al comprenderlos en el agregado organizacional. Puede haber diferentes fórmulas para diferentes tipos de organizaciones en diferentes momentos. 

Poner todo el ser a trabajar

Los individuos, los equipos y la organización, en su conjunto, se benefician cuando existe una alineación del trabajo hacia los “estados expresivos” de los colaboradores y colaboradoras. 

Para las personas, se trata de dar las herramientas para explorar, experimentar y definir quiénes son y qué valoran. Para los equipos, comprender los “estados expresivos” de los demás puede crear una comprensión compartida de las fortalezas y ambiciones de cada miembro, lo cual es fundamental para la creación y gestión de equipos saludables y bien equilibrados. 

Imagina el apoyo incremental y las puertas que podrían abrirse con un poco más de transparencia sobre lo que las personas aspiran y los caminos deseados. Acercar el lado humano crea y fomenta la cohesión del equipo y la comprensión mutua. Y para la organización, brindan un nivel de claridad y comprensión sobre la dirección y las tendencias de la fuerza laboral. 

Solo con la imagen completa del ser completo, definido por habilidades y capacidades, fortalezas y estilos, y “estados expresivos”, es posible alcanzar ese potencial sin explotar en las mismas personas y en las organizaciones.

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